Daniel G. Andújar

(Almoradí, Alicante, 1966)

Battle Cry, 2019

40 digital drawings. Ink on paper Canson 200 gr
42 x 59,4 cm e/a. Total dimensions: 594 x 168 cm approx.

(ENG) In a world saturated with images, media hits and all kinds of advertising intrusions, it is surprising how the marketing techniques of political propaganda manage to find a place among so much competition to get their message across and evoke their siren song.

There is a book from the mid-1990s entitled How they are taking us for a ride, by Noam Chomsky and Ignacio Ramonet, where the authors, in a simple and concise way, reflect on how political propaganda acted on us through the concentration of media dependent on economic and political interests. It is nothing new, just remember the history of National Socialism, the strategy is clear and little has changed in a context of strong penetration of social networks and digital media. On the contrary, far from changing, it has evolved, it has been personalised through sophisticated algorithms that allow our governments and institutions, political power, power in general, to continue filtering their propaganda as a global channel of imposition for interpellation, hegemony and homogeneity.

In this idea of single thinking, language becomes a tool of conspiracy and manipulation, an exercise in domination and domestication rather than a language of democracy, an artificial universe that seems entirely real.

(CAST) En un mundo saturado de imágenes, impactos mediáticos y todo tipo de intrusiones publicitarias, es sorprendente cómo las técnicas de marketing de la propaganda política consiguen encontrar un lugar entre tanta competencia para hacernos llegar su mensaje y evocar su canto de sirena.

Existe un libro de mediados de los años 90 titulado How they are taking us for a ride, de Noam Chomsky e Ignacio Ramonet, donde los autores, de manera sencilla y concisa, reflexionan sobre cómo la propaganda política actuó sobre nosotros a través de la concentración de medios de comunicación dependientes de intereses económicos y políticos. No es nada nuevo, sólo recordar la historia del nacionalsocialismo, la estrategia es clara y poco ha cambiado en un contexto de fuerte penetración de las redes sociales y los medios digitales. Por el contrario, lejos de cambiar, ha evolucionado, se ha personalizado a través de sofisticados algoritmos que permiten a nuestros gobiernos e instituciones, poder político, poder en general, seguir filtrando su propaganda como un canal global de imposición para la interpelación, la hegemonía y la homogeneidad.

En esta idea de pensamiento único, el lenguaje se convierte en una herramienta de conspiración y manipulación, un ejercicio de dominación y domesticación más que en un lenguaje de democracia, un universo artificial que parece completamente real.

General view of the installation. "Battle Cry" at La Virreina Centre de la Imatge, Barcelona, 2020.