Jaime Pitarch

(Barcelona, 1963)

Los Olvidados, 2019

Mixed-media installation. Typewriter, ribbon, motor, Arudino Plate with programming.
Variable dimensions

(ESP) La instalación Los Olvidados (2019) nos recuerda a las huellas que dejan las palabras y que el tiempo se ocupa de acoger en el olvido. La cinta de máquina de escribir de esta obra es un tejido. Que como alude el autor, la palabra texto proviene de la palabra textus (en latín), que significa tejido y, al igual que ocurre en la elaboración de un tejido, el texto hace uso de diferentes palabras, que hilvanadas en un entramado complejo cobran sentido y a la vez contiene la huella de un sin número de textos y palabras intrazables. De ahí la convergencia etimológica. Documentos, cartas, nombres, trabajos, propuestas y declaraciones que se han perdido en la oscuridad del olvido. El lento desenrollado y los dibujos que esta cinta produce sobre el suelo podría ser un simple recurso metafórico: los olvidados caen lentamente al vacío y al hacerlo dibujan patrones y formas que el resto del mundo, atrapado en su lógica productiva, contempla con indolencia. Es un ejercicio que se repite, que se hace y se deshace, como el manto que tejía Penélope. Ella intentaba preservar su dignidad, su derecho a decidir su futuro, como hacían los olvidados que duermen bajo las mismas aguas que cruzó Ulises.

(ENG) The installation Los Olvidados (The Forgotten), (2019) reminds us of the traces left by words and that time takes care to welcome into oblivion. The typewriter ribbon of this work is a fabric. That as the author alludes, the word text comes from the word textus (in Latin), which means fabric and, just as it happens in the elaboration of a fabric, the text makes use of different words, that basted in a complex framework take sense and at the same time contains the trace of an endless number of texts and intractable words. Hence the etymological convergence. Documents, letters, names, works, proposals and declarations that have been lost in the darkness of oblivion. The slow unrolling and the drawings that this tape produces on the ground could be a simple metaphorical resource: the forgotten ones fall slowly into the void and in doing so draw patterns and forms that the rest of the world, trapped in its productive logic, contemplates with indolence.  It is an exercise that repeats itself, that is done and undoes itself, like the mantle that Penelope knitted. She tried to preserve her dignity, her right to decide her future, as did the forgotten ones who sleep under the same waters that Ulysses crossed.